Reacciónes muy humanas: el estrés postraumático

El trastorno de estrés postraumático describe un conjunto de síntomas que pueden desarrollarse en individuos que han estado expuestos o han sido testigos de situaciones o eventos traumáticos de mucha intensidad.

No fue catalogado como un trastorno específico hasta 1980, aunque mucho de los síntomas ya habían sido reconocidos sobre sobre en combatientes de la I y la II Guerra Mundial, al que atribuyeron diversos nombres como neurosis de guerra, neurosis traumática, neurosis de espanto, fatiga de combate, corazón del soldado, corazón irritable y shock por bombardeo.

Cuando una persona es expuesta a eventos de carácter traumático como atentado, violación, asalto, secuestros, accidente, etc. Las imágenes de lo ocurrido vuelven a re experimentarse en forma de flashback en contra de la voluntad de las personas, reviviéndolo con todo lujo de detalles, y acompañado de intensas reacciones de ansiedad.

Todo ello genera un fuerte estrés en la persona y multitud de creencias disfuncionales ya que el individuo no consigue darle una explicación a lo que le está ocurriendo y al malestar tan intenso que experimenta.

Tras el trauma, el diálogo interno que tiene el individuo puede llegar a generar mucho estrés y es bastante frecuente que vaya asociado a sentimientos de culpa por la reacción que tuvo durante los acontecimientos traumáticos, por lo que podría haber hecho e incluso por haber sido uno de los supervivientes.

Para ayudar al lector a comprender como este tipo de reacciones son naturales y esperables vamos a mostrar un ejemplo.

Cuando se produce un atentado terrorista debido a que es un acontecimiento terriblemente impactante, generan un antes y un después en nuestras creencias más profundas sobre el mundo en el que vivimos, especialmente sobre la sensación de control que todos los seres humanos poseemos y nuestra sensación de seguridad.

Al romper estos esquemas tan arraigados, provoca que las personas se sientan amenazadas, horrorizadas, tremendamente vulnerables e indefensas. En nuestra lucha por sobrevivir y llevar al mínimo los nuevos posibles daños, nuestro organismo necesita reaccionar de un modo totalmente diferente.

Pensamientos posteriores

• En cuanto a los pensamientos que se presentan, cabe decir que es normal que los individuos tengan ideas sobre el mundo basadas en la ocurrencia de los acontecimientos con un sentido estable y tener la sensación de ser capaces de controlar las dificultades que vayan surgiendo.
• Sin embargo, la falta de predictibilidad y control que conllevan eventos tan traumáticos como los atentados terroristas no encajan con ese modo de ver el mundo.
• No podemos encontrarle un sentido a lo que ha ocurrido, y al intentar asimilarlo aparecen una serie de reacciones que son interpretadas como extrañas y muy peligrosas.
• En realidad, es la manera que tiene nuestro cerebro de poner orden a un caos repentino.
• Digamos que nuestro cerebro necesita realizar una serie de cosas para poder asimilar y organizar la experiencia vivida.

¿Cual es el comportamiento esperable?

El comportamiento esperable ante tales eventos sería un exceso de activación fisiológica, sensación de tensión continua, sobresaltarse con facilidad, exceso de sensibilidad ante cosas que antes no provocaban ninguna reacción, fatiga intensa, dolores inespecíficos, dificultades para dormir, pérdida de apetito, etc.

Por último, nuestro sistema emocional experimentos sentimientos de ira, odio, incomprensión, sensación de abandono, inseguridad, suspicacia. También son comunes las reacciones de tristeza, apatía o desesperanza y experimentar culpa ante lo ocurrido como antes señalábamos.

Reacciones al estrés post traumático

Tal y como señalábamos en el título de este artículo, todas las reacciones que hemos señalado son muy humanas y esperables ante acontecimientos de tal impacto para la vida de las personas. Son reacciones normales y adaptativas al principio, ya que están diseñadas para permitir la supervivencia del individuo y ayudarnos a evitar posibles peligros.

Sin embargo, todas ellas causan un gran malestar y puede generar mucha incertidumbre en el ser humano que en muchas ocasiones no entiende porque su cuerpo está reaccionando de manera tan intensa, cuando se supone que ha pasado el peligro.

A veces puede ocurrir que estas reacciones se prolonguen en el tiempo y acaban por acrecentar el sufrimiento de la persona e impedir mantener una vida con una cierta normalidad.

Aunque estas reacciones sean normales al principio suelen generar en la persona algunas molestias y son vividas son bastante sufrimiento.