25 años de experiencia / Máxima profesionalidad.

¿Necesitas ayuda de un psicólogo especializado en ansiedad, en Alcorcón?

En nuestro centro de psicología de Alcorcón, dirigido por la Psicólogo clínica, María Hurtado, podemos ayudarte a generar tus propios recursos, para disfrutar de un mayor equilibrio personal y no sufrir la incomodidad de la ansiedad.

No dudes en contactar y te informaremos sobre cómo enfocamos nuestras sesiones de ayuda, para casos de depresión.

¿Qué es la ansiedad?

En algún momento de nuestra vida, todos hemos pasado por una situación, que nos ha generado ansiedad. Al enfrentarnos ante una situación que pensamos que no controlamos o la aparición de una situación, aparentemente adversa.

Esta es una reacción natural y tiene  su utilidad funcional. Nos ayuda a estar en alerta y máxima concentración, ante esa nueva situación, para superarla de la mayor forma posible.

Cuando este estado de máxima alerta es demasiado continuado, es cuando más que ayudar, empieza a ser un impedimento, para el desarrollo saludable y equilibrado de la persona que lo sufre. Así que digamos que según la continuidad de momentos en los que estamos en máxima alerta, podemos pasar de una situación positiva para resolver una situación puntual, a una situación patológica y perjudicial para la salud de la persona.

Cuando desarrollamos una ansiedad patológica, activamos los mecanismos de máxima alerta constantemente, por más pequeña que sea la contrariedad a superar.

Por suerte, con una buena terapia, no es complicado aprender a manejar la ansiedad y las personas que lo sufren, pueden aprender herramientas terapéuticas, para controlar la ansiedad y recuperar una vida equilibrada.

Síntomas de la ansiedad

• Preocupación constante… sensación de que todo saldrá mal.
• Estado irritable
• Alteraciones en el ritmo cardíaco y sensación de problemas en el funcionamiento del corazón.
• Dificultad para concentrarse en lo que se está haciendo.
• Los pensamientos siempre se van a preocupaciones o posibles situaciones de peligro a evitar. Buscamos constantemente soluciones a posibles problemas que se pueden producir.
• Miedo a exponerse  a aquellas situaciones que pueden conllevar dificultades o son difíciles de resolver.
• Pánico al fracaso o a la opinión ajena, sobre la eficacia de nuetras acciones.
• Sensación continuada de cansancio.
• Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
• Alteración en el sueño (dormir poco durante la noche y tener sueño todo el día)
• Problemas para digerir la comida y tener ganas de comer constantes.

Tipos de ansiedad

• Ansiedad por una enfermedad: Miedo a lo que nos puede generar una enfermedad que estamos sufriendo.

• Trastorno de ansiedad generalizada: Preocupación y miedo continuado, ante ciertas situaciones. Puede desarrollar estados depresivos patológicos.

• Ansiedad por pánico agudo: Ansiedad muy aguda que aparece en un momento muy puntual, al enfrentarse a una situación, no deseada.

• Colapso para comunicarnos: Ante una situación de máxima tensión, la capacidad de hablar, se bloquea.

• Trastorno de ansiedad por separación: Angustia de la persona afectada, al separarse momentáneamente, de otra persona de referencia.

• Ansiedad social: Miedo a afrontar la opinión que otras personas tengan de nosotros o de la actividad que estamos realizando.

• Fobia: Miedo a afrontar una acción o situación en concreto. En muchas ocasiones, generado por un trauma anterior, asociado a esa situación.

• Agorafobia: Miedo a ser vulnerable asociado a una localización. Ir al trabajo, ir a casa de mi ex-pareja, salir a la calle…

• …

Consejos para la ansiedad

• Contacta y déjate ayudar por un terapeuta especializado: La ansiedad es muy habitual y socialmente muy aceptada, pero sus consecuencias son muy negativas para la calidad de vida, de la persona que la sufre. Por suerte, con una buena terapia, es relativamente sencillo, darle solución, por lo que aconsejamos, la visita a un psicólogo especializado. Las terapias para la ansiedad, enseñan recursos de autoconocimiento y control de los pensamientos obsesivos.

• Estar dispuesto a modificar ciertos mecanismos negativos:  Dejarse llevar por el terapeuta y reconocer qué aspectos de nuestra manera de pensar y sentir, alteran nuestro equilibrio personal. Estar dispuestos a cambiar esos mecanismos.

• Activarnos en buscar una solución: Dejar de dar vueltas a las consecuencias y molestias generadas por nuestra ansiedad. Enfocar nuestra energía en la acción para solucionarlo y no en los pensamientos obsesivos. Como ya hemos dicho, el primer paso, es contar con la ayuda de un terapeuta, especializado.

• Hacer algo de deporto, adaptado a nuestra realidad: Hacer algo de ejercicio, es bueno para centrar nuestra mente en cuidarnos y para generar reacciones químicas positivas en nuestro equilibrio personal.

• Relajación de mente y cuerpo: Sentarnos y centrar toda nuestra atención, en nuestra respiración. Si nos aparecen pensamientos obsesivos (conflictos familiares, trabajo, salud…), redirigir nuestra mente de nuevo, hacia la respiración y todo su circuito al inhalar y exhalar.

• Cuidar mucho el sueño y el descanso: Establece una rutinas pausadas para facilitar el sueño. Cuida que el ambiente y condiciones (luz, temperatura, comodidad de la ropa…), sean lo más agradables y cómodas posible. Si te asaltan pensamientos obsesivos, recuerda centrarte en tu respiración, de forma calmada y profunda.

• No perder el contacto social: No dejes que tu estado condicione tu vida social. Hablar con personas que te quieren ya sean familiares o amigos, será bueno para tu equilibrio personal y ansiedad. Puedes comentar tu situación de ansiedad para compartirlo, pero no olvides de enfocar estos ratos de sociabilización, para llevar tu vida y tu mente a otros conceptos de atención positivos, para distraerte y descansar la tensión acumulada por la ansiedad.

• Centrarnos en lo que estamos haciendo ahora: No querer controlarlo todo. Listado interminable de tareas, posibles problemas del futuro, etc… Lo mejor es centrarnos, justo en la tarea o acción que estemos haciendo en este momento y no abrumarnos por todos los pensamientos o tareas que hay que resolver.