¿Soy introvertido o tengo ansiedad social?

Especialistas: Especialistas en tratamiento de la ansiedad

Si algo caracteriza al ser humano es que es un ser social.

Esto es, ni más ni menos, que vive en sociedad y que necesita del contacto con los otros para sobrevivir y para desarrollarse –física y emocionalmente-.

Si bien es cierto que la forma que tenemos de relacionarnos los unos con los otros cambia dependiendo de muchas variables.

Entre otras: normas culturales, creencias y valores, contexto, aprendizaje, personalidad….

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La personalidad y las relaciones

  • Vamos a quedarnos especialmente con esta última.
  • La personalidad se ha visto como un rasgo que determina el cómo nos relacionamos y cuán importante es para nosotros esa relación.
  • Hay personas que desde niños son más solitarios, otros que son más dependientes… Dentro del área de la personalidad Carl Jung señaló dos factores que determinan esta forma de relacionarnos: introversión y extroversión.
  • Las personas introvertidas tienen mayor interés por su mundo interior, mientras que los extravertidos sitúan su interés en objetos externos.
  • Esto hace que los introvertidos tiendan más al aislamiento que los extrovertidos, que tenderán más a interesarse por las personas.
  • Estos rasgos se han visto secundados por la Neurobiología, que determina que efectivamente los cerebros de un introvertido y un extravertido se estimulan de forma diferente.

En resumen, las personas introvertidas tienen menos interés por conocer a los otros debido a sus características cerebrales y sus rasgos de personalidad.

Sin embargo, esto no les genera ningún sufrimiento.

La ansiedad social

El problema es cuando alguien sufre temor, angustia o preocupación a enfrentarse a ciertas situaciones sociales.

En este caso hablamos de ansiedad social y no como una característica de la persona.

No, esta persona que sufre no es introvertida. No, no es tímidaTiene un problema psicológico.

 

¿Qué caracteriza a las personas con ansiedad social?

Es el miedo intenso ante ciertas situaciones sociales (que pueden ser algunas concretas o estar más generalizado) por temor a que puedan hacer el ridículo o que puedan ser juzgados de forma negativa.

Cuando esta persona se enfrenta a estas situaciones tiene pensamientos acerca de qué estarán pensando lo demás (que siempre es algo negativo) y cree que le van a evaluar de forma negativa.

Cuanto más piensa en ello más síntomas de ansiedad van apareciendo por lo que también piensa que se le van a notar todos estos síntomas y la gente va a creer que está nervioso y entonces le juzgarán.

Finalmente, lo que acaba ocurriendo es que esta persona tiende al aislamiento para evitar enfrentarse a aquellas situaciones que le generan malestar y si se tiene que enfrentar a ellas intenta huir.

Cuando esto sucede el miedo cada vez va haciéndose más grande y se van generalizando más situaciones.

Al final aprendo que todo lo que tenga que ver con relacionarme con personas puede ser perjudicial para mí.

Es un problema muy incapacitante a la larga porque, como hemos hablado, somos seres sociales y queramos o no vivimos rodeados de personas.

Por eso, habrá veces que la persona se tendrá que enfrentar a situaciones sociales (por ejemplo, tengo que ir al banco a hablar con el de la caja) pero lo vivirá con tanta angustia (y cada vez más) que será algo que cada vez le repercuta en más áreas.

Uno de los motivos de por qué estas personas tardan incluso años en pedir ayuda es porque solemos creer que estas personas que tienden a aislarse o que les gusta estar solos porque en realidad se ponen nerviosos forma parte de cómo uno es.

Confundimos personalidad con problema. ¿Un psicólogo me puede ayudar a superar esto? Por supuesto.

Al final, todo el mundo tenemos miedos o cosas que nos generan angustia.

Sin embargo, en este caso el problema es que reaccionamos con ansiedad ante situaciones que realmente no son peligrosas, al igual que pasa con otro tipo de miedos como son las fobias.

Por ello, contar con ayuda profesional nos servirá para vencer todos estos pensamientos acerca de mi poca valía para enfrentar las situaciones sociales y estas ideas anticipatorias de lo mal que todo va a salir.

Además, la terapia busca que poco a poco vaya siendo capaz de afrontar aquellas situaciones sociales que evitaba o de las cuales escapaba, porque no hay mejor muestra de que algo no es dañino que enfrentándome a ello.

 

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